Por: Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)
El militarismo y la antidemocracia, en el país, se configuran como las características fundamentales del actual régimen, que desvela su naturaleza violenta y corrupta al servicio e interés de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano. En esta dinámica, el régimen fascista de Uribe progresivamente va tutelando y legitimando el control del Estado en manos de los paramilitares; todo ello rodeado hoy por los escándalos de la para política y salvaguardados por la presencia permanente de los medios de desinformación masivos, que con su capacidad de cobertura y presencia han hecho de estos escándalos un show u espectáculo en lugar de centrarlos como un aspecto critico de la institucionalidad colombiana. Los medios de comunicación ideológicamente están orientando y dirigiendo el rumbo de esta discusión política, suplantando o eliminando los espacios políticos naturales participativos.
Así, La consigna ser con otros como organización nos impone grandes retos. Nos obliga a reflexionar sobre nuestros métodos de acumulación y del que hacer político en cada uno de nuestros escenarios. La consigna nos debe guiar a la construcción de nuevos espacios políticos culturales, en los que se haga posible posicionar a la gente como constructores de cultura y sujetos de transformación. Espacios pedagógicos que nos guíen por la acción, por la actividad, la indignación; espacios que porten una critica radical a la cultura de resignación y pasividad de la cultura dominante.
Esa consigna de ser con otros, debe ser el ejemplo de una pedagogía de la unidad. Debe ser un referente de permanente reflexión, sobre nuestras prácticas. Ser con otros debe ser la premisa con la cual establecemos relaciones pedagógicas con otros actores sociales y políticos. El ser con otros debe apuntar a la consolidación del sujeto histórico de la transformación.
¿Perdimos nuestra opción de lucha? Que renazca la esperanza socialista
No debemos declinar ante esta realidad. Debemos buscar métodos y formas para encauzar los procesos de la lucha revolucionaria; la educación popular es una experiencia que cuenta con importantes antecedentes en el marco de la lucha revolucionaria, de acumulados y en el avance de la construcción de la fuerza social revolucionaria.
Que renazca la esperanza. Que los sueños sean el motor de nuestra movilización. Que la confrontación al sistema sea parte de nuestro diario vivir. Impulsar el sueño de la democracia, la participación política como escenario de la construcción del poder popular. Ese es el llamado hoy, de América Latina en movimiento, que de norte a sur ha venido manifestando una explosión y diversificación de experiencias y propuestas que multiplican las formas de lucha y resistencia de los pueblos, que se levantan con valor y dignidad ante los desmanes sociales, políticos, económicos y ecológicos del modelo neoliberal y pretensiones del imperio, en su constitución del nuevo orden. Reconocer los avances desde la otra orilla comunes hacia la construcción de otras realidades.
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